9.7.06

Bienvenidos a mi blog.
No hace demasiado tiempo que descubrí este apasionante mundo de interacción, en el que uno puede expresar sus opiniones (o lanzarlas al vacío, si se quiere), y a partir de ahí, escuchar y aprender, que es una de las formas más bellas de pasar el tiempo que conozco.
Aunque podría haber elegido cualquier otro tema, he de confesar que siempre me ha apasionado el mundo del fútbol. Harto como estaba de los medios oficiales, oficialistas, oficiosos... y de las servidumbres cada día más escandalosas de los medios al poder (económico, pero también político, social), ver como existen otros medios menos contaminados de contar la realidad, o de acercarse a las muchas verdades de este mundillo, ha supuesto para mí un bálsamo impagable.
Así que, al final, me dije:
"¿Por qué no aportas tu humilde granito de arena?"
Y nada más. Ese es mi único objetivo.
Como reza el título, soy un sufridor del pequeño pero maravilloso Club Gimnàstic de Tarragona, un modesto club de una ciudad media catalana, que de repente, ha vivido una eclosión, y se encuentra ahora mismo en las puertas de la "liga de las estrellas".
Pero, lo lamento, mi ojo suele ser crítico, y no va a poder evitar relatar las numerosas contradicciones que se viven en su seno, en este momento histórico.
De entre las cosas que se ven, se escuchan y se imaginan para alguien que está más o menos cerca del club, pero que no tiene ningún nexo (aparte del carnet de socio, pagado religiosamente desde hace años), se puede hacer una composición de lugar más o menos real de cómo es, cómo funciona, y sobre todo, hacia dónde navega este querido Nàstic nuestro.
Y -debe ser que me gusta el nadar contra corriente-, nada menos interesado y más sincero que hacerlo cuando aparentemente se ha tocado el cielo, cuando a todo el mundo se le cae la baba por lo bien que funciona el club, y -algo que me ha llamado mucho la atención- por la imagen que, desde los medios (deportivos sobre todo, pero también generales - TV3, Sport, prensa local-) se ha vendido de gestión ideal, de trabajo porfesional, de sinergias en la ciudad, y que a poco que uno se acerque a la realidad, puede darse cuenta que no es cierto, o en el mejor de los casos, es incierto.

Nota:
Tan solo a modo de presentación, he de definirme como un culé impenitente, sufridor desde hace muchos años de los vaivenes de mi amado Barça, y que a la vez abrazó un buen día la religión nastiquera, con lo que me convertí, por motivos dobles, en alguien a quien compadecer... ¡pero he aquí que Dios existe -dicen- y me reservó un bocado divino, todo junto y a la vez, para que me indigestara o reventara de felicidad!
Ganar la liga, la Champions, humillar al Madrid y subir al Nàstic a Primera... todo a la vez... creo que no hay sufridor que lo resista.
Así que felicitemonos los re-sufridores como yo, y que siga la fiesta.